Esta atracción, enfocada al público infantil, consistía en un recorrido en canoa por un canal. Las barcas son arrastradas por la corriente del agua, pero a cada niño se le entrega un remo, de forma que se hace la ilusión de que es él quien mueve la barca.
Para la tematización se buscó un ambiente "alpino". Una columna del edificio, que quedaba dentro de la atracción, se forró imitando un gran árbol. También se instalaron dos osos animatrónicos, rocas, plantas naturales, etc.